Fabiana Serbiddio, 1999

ADN(i): Utopía de una arqueología identitaria
Texto de Fabiana Serbiddio para Galería Virtual Kunstbildung por video ADN(i), 1999

"Es porque este Nuevo Mundo está constituido para nosotros como lugar, narrativa de desplazamiento, que da nacimiento tan profundamente a cierta plenitud imaginaria, recreando el deseo infinito de volver al 'origen perdido', ser uno nuevamente con la madre, volver al comienzo. [...]

Y sin embargo, este 'retorno al comienzo' es como el imaginario en Lacan -no puede ni ser satisfecho ni compensado, y es por lo tanto el comienzo de lo simbólico, de la representación, la infinitamente renovable fuente de deseo, memoria, mito, búsqueda, descubrimiento- en breve, el reservorio de nuestras narrativas cinemáticas."(Stuart Hall) ADN(i) fue exhibido por primera vez en la biblioteca pública Miguel Cané como parte de la muestra "Manifiesto Cimarrón", en colaboración con Patricio Larrambebere, Silvina D'Alessandro, Gabriela Larrañaga y Eduardo Molinari. Desde 1997 este grupo de artistas ha realizado una serie de acciones de apropiación de espacios, centradas en la utopía de recuperación de la identidad mediante una "excavación" en la memoria personal y colectiva.

Teniendo en cuenta los diversos subgéneros que ha dado el videoarte a lo largo de cuatro décadas, entre los que Trilnick y Taquini destacan el documental, el experimental y el de ficción, esta realización se incluye claramente en este último: un guión implícito muy potente evidencia que está lejos de los intereses presentes de su autor Ricardo Pons la sola indagación de las riquezas plástico-visuales del video. ADN(i) fue imaginado desde el comienzo como un juego hipotético de investigación seudo-científica: "la posibilidad de que en el futuro la lectura de nuestra identidad argentina sea mediante el ADN y no a través de documentos sortearía el falso ejercicio de la memoria", nos dice el videasta. ¿Pero desde qué lugar Pons reconstruye esa identidad? Quizás sea más fecundo pensarla no como una condición ya existente, que las prácticas culturales posteriormente representan, sino como una producción que nunca es completa, siempre está en proceso, y siempre se constituye dentro, y no fuera, de la representación.

La indagación de la identidad como una práctica de representación es plasmada aquí en una narrativa de la historia argentina que conecta en una continuidad imaginaria el pasado agrario de la comunidad italiana, la oleada inmigratoria de la segunda posguerra y el presente urbano porteño.

A través de un personaje anónimo que recorre las imágenes, se le devuelve unidad a un pasado marcado por desplazamientos y rupturas, que pauta, contrapunteando lo visual, la musicalización experimental de Lucena. Queda claro que se trata de una construcción personal y contingente: el discurso identitario de Pons abrevará posteriormente en el pasado indígena con La Tierra, resultante de su trabajo junto a Gabriela Larrañaga.

La renovación de las búsquedas de identidad nacional en distintas partes del hemisferio se destaca a contraluz del último proceso de globalización, consecuencia del iniciado con el "encuentro entre dos mundos", la conquista de América.

El campo artístico no ha quedado exento de las mismas, a través de poéticas en que la memoria, la fantasía, la narrativa y el mito intentan inestables puntos de identificación y a la vez sutura de un pasado nunca factual, siempre por construir. Lo europeo, parte de esa narrativa, sigue hablándonos interminablemente, intersecando en cada momento nuestras vidas, desdobladas por el deseo y el rechazo. ADN(i) se interna en un peregrinaje simbólico a tierra natal intentando el utópico proyecto de esa recuperación, y hablando a la vez nuestro incierto presente.